¿Cómo hemos llegado aquí?




En respuesta a la pregunta del título: tú aquí has llegado navegando, probablemente porque ya nos conoces (familiar, amigo, (ex-)compañero de penurias y/o trabajo, víctima de Google despistada o un repartidor de Amazon nostálgico, que creo que me los conocía a todos...) y has recibido "algo de spamm" por Facebook o Twitter.

Nosotros —Xavi & Montse—, y si entendemos "Bratislava" por "aquí", en coche (junto con un par de ocupantes más). Pero el motivo de este viaje —y este blog— se remonta tiempo atrás...



El origen de las especies



Tiempo atrás, Xavi recibió una estupenda oferta de trabajo que incluía desplazarse a este país comúnmente ignorado del centro de Europa. Tras revisar los pros y contras (de acuerdo... y recibir por mi parte la promesa de café para la eternidad —que ya que estamos, si hubiera tenido conciencia de lo «desaborío» que es el café de aquí, habría negociado con más ímpetu—), hicimos las maletas, empacamos al gato y nos vinimos desbordando espíritu aventurero con cara de «a ver dónde nos hemos metido».

Estoy es un resumen muy, muy resumido... Los días previos a la mudanza fueron un completo desmadre e iremos dando pinceladas de ellos en el blog.

Cómo hemos llegado aquí: preparando la mudanza
Este era uno de los varios montones de cajas y bolsas que teníamos apilados por el antiguo piso

Una vez nosotros aceptamos la idea de que íbamos a dejar Barcelona (y España) atrás, llegó el momento de comunicarlo a familia, amigos y trabajo. Las reacciones fueron las esperadas (bueno, y alguna inesperada, como ser calificados de «valientes»): alegría por la oportunidad de trabajo y viajar/conocer mundo/destrozar idiomas, pena por la distancia y unas pinceladas de terror por el tema laboral que dejábamos atrás.

Por si no lo sabes, Xavi y yo trabajábamos en la misma empresa —en diferentes ámbitos—allá en Barcelona. Ambos departamentos recibieron el "susto" con  un mes de antelación, tiempo en el que estuvimos dedicándonos a fondo para minimizar el impacto de nuestra marcha y formar a nuestros sucesores. Fueron días de estrés en el trabajo y horror en el hogar.


Cómo hemos llegado aquí: estrés


Si has pasado por una o más mudanzas en tu país natal puedes hacerte una idea aproximada de lo que representa hacerla a nivel internacional (cajas, cajas, cajas, papeleo, papeleo, papeleo, dolor existencial). Conseguimos (más o menos), como era de esperar, acabar todos los trámites a última hora y, con la ayuda de mi suegro y su coche (que pasó a ser «nuestro coche»), nos embarcamos en un viaje de dos días a través del continente europeo.

Cruzamos Francia, Italia y Austria hasta finalmente llegar a Eslovaquia. Presentamos nuestros respetos a numerosas autopistas de peaje que contribuyeron a hacer un agujero en nuestros mermados ahorrillos, disfrutamos de paisajes espectaculares y, en la tarde del segundo día, llegamos a nuestro destino, donde recibimos las llaves del piso como premio: habíamos alcanzado la meta, nuestro nuevo hogar...

Cómo hemos llegado aquí: la casa de nuestros sueños
Vaaaale, esta no es nuestra casa... ¡pero soñar es gratis!

«Pero... ¿esto es todo?», os preguntaréis. «¿Has tardado mes y pico en escribir esta entrada taaaaan resumida? ¿Será cierto que el café eslovaco es flojo?»

Pues sí, esto es todo por hoy, y por dos motivos:


  • Ha sido un periodo de adaptación durillo: pasar de tener un trabajo de jornada completa a carecer de vida laboral no es tan paradisíaco como podemos pensar mientras tenemos ese trabajo —o el día antes de que se acaben las vacaciones—. Los primeros días convertí la procrastinación en un arte (valga la redundancia, procrastiné el propio hecho de procrastinar), y eso que tenía una lista de "actividades" preparadas para cuando dispusiera de más tiempo libre (sí, darle caña a este blog y a este otro entre ellas). Pero hay ocasiones en las que el cerebro toma decisiones por su cuenta y arrastra a tu cuerpo a realizar acciones tan interesantes como deambular con la mirada perdida o asaltar todo supermercado que se te ponga delante en una serie de compras compulsivas (pero de fregonas no, eso seguro) —e ignorando totalmente el hecho de que las etiquetas estén escritas en un idioma incomprensible—.
Cómo hemos llegado aquí: llorando


Esto en lo que se refiere a las actividades a realizar. Ni voy a comentar lo que es dejar atrás a familia, amigos y compañeros... pero tenemos la suerte de vivir en la era de internet y herramientas como WhatsApp y Skype ayudar a minimizar estas distancias.

  • Esta es la primera entrada de muchas: si os lo cuento todo ahora... ¿para qué volverás al blog? Te quiero ahí enganchad@ y leyendo lo desastr interesantísima que es nuestra vida aquí. Tenemos historias de todo: mercadillos medievales, gatos histéricos ante preparativos de viaje, administraciones más desastrosas que las españolas, viajes a la montaña en busca de una oficina de correos, mapas de google sin actualizar desde principios de siglo, etc...


Así que, si te apetece mandar un saludillo o pedir que detallemos alguna experiencia en concreto, no te cortes y usa el apartado de comentarios de aquí abajo.

¡Nos leemos!

21 comentarios:

  1. Animo que el periodo de adaptación casi lo tenéis completo ya! xD

    ResponderEliminar
  2. Pues si la casa no es la de la foto no voy! >:)

    ResponderEliminar
  3. ¡Graaaaacias! :-)

    ResponderEliminar
  4. ¡Está justo detrás! ¡En nuestro bosque particular! :-)

    ResponderEliminar
  5. Hola familia, con ganas de iros siguiendo. Un besazo

    ResponderEliminar
  6. ¡Otro para ti! :@@@

    ResponderEliminar
  7. Estic especialment interessat en saber com distribueixen els arbres als parcs de ka ciutat..
    Podrà ser?

    ResponderEliminar
  8. Cuando os deis cuenta me estare tomando una cervecita con vosotros!!

    ResponderEliminar
  9. Es pot demanar, però per ara tot el que et puc dir és que les arrels les deixen sota terra!! :-)

    ResponderEliminar
  10. Ya verás Fran, aquí es buena y barataaa! :-)

    ResponderEliminar
  11. Muchos ánimos y a exprimir esa maravillosa oportunidad que os habéis brindado.

    ResponderEliminar
  12. ¡En eso estamos compi! Un besazo enorme para ti

    ResponderEliminar
  13. ei !¡! salutacions desde CATALUNYA !!¡¡ ja anirem seguint el blog !¡¡¡¡ of courseee. :)

    ResponderEliminar
  14. Aquí el chofer, y lo bien que lo pasemos? Y lo que disfrutemos? Y el,fin de fiesta de encontrarnos el sr. polaco con la mudanza y tenerla que pasar del camión al piso?
    Que gozada!!!!

    ResponderEliminar
  15. Hola Dani! Gràcies!! :-)

    ResponderEliminar
  16. Ay el pobre señor que no podía decir palabra (tampoco le hubiéramos entendido) mientras cargaba mis cajas de libros... creo que odiará la literatura de por vida XD

    ResponderEliminar
  17. Me ponga un par de litros pa empezar!!!

    ResponderEliminar
  18. ¡Deja un poco de espacio para la comida!

    ResponderEliminar
  19. Per fí.... Ara podrem seguir les vostres "andanzas". Digues-li al Ferrà que la seva taula ja te nova "inquilina". Petonets

    ResponderEliminar
  20. Ui llavors la taula no pot estar en millors mans! Un petó gran per tu Aurora :-)

    ResponderEliminar

"