Cómo buscar una oficina de correos y acabar perdida en la montaña

Cómo buscar una oficina de correos y acabar perdida: imagen principal

Y del por qué se me dan mal los quesitos azules del Trivial

Hace unas pocas semanas, por eso de hacer algo novedoso y que no consumiera muchas calorías, se me ocurrió abrir el buzón (yo, topeinocentedemí) para ver si por casualidad había algo nuevo —pensando en publicidad de alguna tienda de muebles o de pizzerías con  nombres exóticos ya que, aunque no me entere ni papa del texto, las fotos son majas—. Y mi sueño se cumplió: había un resguardo amarillo de Slovak Post —Correos, para que nos entendamos— informándome de que tenían "un algo" para mí en la oficina 37.

Recordé que tenía pendiente de recibir la nueva tarjeta sanitaria eslovaca (que necesitas además de la Tarjeta Sanitaria Europea), y ya que el cartero no había querido picar a la puerta para dármela en mano —esto de lo especiales que son con las entregas a domicilio lo comentaré en otra entrada—, había sido tan amable de dejarme el resguardo en el buzón —donde figura claramente la puerta de mi piso, a tres metros de su espalda; pero bueno, no machaquemos el tema— para que yo me diera el paseíto.

Tras descifrar las letras mitad garabateadas escritas a mano, mitad estampadas con un sello borroso, y adivinar la oficina exacta y la dirección a la que hacía referencia, miré candorosamente en Google Maps  —por si no os he advertido antes, NUNCA uséis Google Maps para elegir el transporte público dentro de la ciudad, porque creo que no lo han actualizado una vez pasado el siglo XX; pero para haceros una idea de por dónde caen las cosas sí que va bien (y si tienes coche, también)— y vi que la oficina nº 37 estaba en la otra punta de la ciudad.

Perdí un par de minutos en preguntarme por qué habían ignorado el resto de oficinas de correos que quedaban más cerca de casa, pero como sabía que algunas cosas de este país escapaban a mi comprensión, decidí no darle más vueltas al tema en ese momento.

Cómo buscar una oficina de correos y acabar perdida: junta de vecinos
Reunión semanal de vecinos en la que intentamos darle sentido a la administración eslovaca

Una semana después, tras haberme apuntado en una hoja el nº de tranvía que tenía que coger, el nombre de la parada de tranvía en la que me tenía que bajar, el nº de autobús al que tenía que hacer trasbordo y el nombre de la parada de autobús en la que me tenía que bajar finalmente, salí de casa a eso de las 9 y cuarto de la mañana, con la convicción absoluta de que iba a perderme (porque SIEMPRE me pierdo, no por nada más, y gracias a Dios que aquí tengo Uber como último recurso).

Tras esperar unos pocos minutos en la estación, cogí el tranvía que había apuntado (el nº 3) —que por suerte era de los nuevos y tenía una pantalla que mostraba el nombre de las paradas— y me fijé en que la parada donde debía bajarme —una tal Kooperativano constaba en el trayecto. Como soy cabezona, en lugar de bajarme al momento esperé un ratito más a ver si por casualidad de repente aparecía la parada en la pantalla, no fuera que al sistema informático se le hubiera pasado por alto mostrarla un minuto antes.

Cómo buscar una oficina de correos y acabar perdida: tranvía
Este es uno de los tranvías modernos que cruza un puente de la ciudad, sobre el Danubio

Cuando me convencí de que definitivamente el tranvía recomendado no iba a mi destino, me bajé en una parada conocida (situada a una manzana de una hamburguesería muy recomendable) y miré el típico mapa borroso que tenían pegado en la estación, en un panel de plástico de higiene dudosa. Con la combinación de esfuerzos de ese mapa y la aplicación de Google Maps cargada en mi móvil (y chupando batería que daba gusto), deduje que la oficina de correos estaba —¡cómo no!— al otro lado de la ciudad.

Por si alguien se ha perdido, yo le pongo cuatro lados a la ciudad, y en ese momento me encontraba "en el de abajo", cuando la oficina estaba más bien "en el de arriba y para la izquierda". Busqué tranvías que fueran "hacia arriba" o "hacia el norte"(tal como aparece el norte si dibujas la ciudad en un mapa, ni idea de a dónde corresponde el norte de brújula en esta ciudad) y ganó el nº 1.

El nominado nº 1 llegó a los pocos minutos y me subí a él con el móvil en mano, para ir comprobando que se dirigía en la dirección correcta —que así fue—. Tengo que remarcar que, aunque el tranvía parecía ir hacia la dirección deseada, Google Maps decidió que ese día no le apetecía mostrarme las calles ni el mapeado de la ciudad, por lo que sólo veía una línea que trazaba la distancia entre mi ubicación actual y mi destino, y el nº de Kilómetros a los que se encontraban ambos.

Otra de las ayudas que me ofreció la aplicación fue no permitirme especificar que yo me desplazaba a pie, y me daba las indicaciones como si fuera en coche, por lo que le quité el volumen (en otro post, también, os contaré mi relación de amor con Siri) y me fijé únicamente en las indicaciones que aparecían en pantalla.

Cómo buscar una oficina de correos y acabar perdida: tranvía viejo
Este tranvía es el hermano pobre del anterior, los pasajeros nos turnamos en los pedales

Así llegué a la última parada de la línea 1, que correspondía a una estación de trenes, tranvías y autobuses bastante populosa —de la que más adelante descubrí que era la Estación Central de la ciudad, Hlavná Stanica—, y desde allí me dirigí caminando "hacia la izquierda"(ya que no vi que ninguno de los autobuses que tenía apuntados en el papelito saliera de esa terminal).

Tras media hora de dar vueltas, pasar por un parque bonito con otra fuente grande sin agua (tengo la firme sospecha de que solo las llenan en verano) y ser vigilada con disimulo por unos señores trajeados que protegían un edificio gubernamental y se debían preguntar que hacía yo deambulando por ahí, conseguí configurar el Google Maps e indicarle que iba «a pata». Me lo agradeció mandándome de vuelta al punto de origen —la estación populosa— y haciéndome seguir una dirección totalmente opuesta a la que había llevado hasta el momento.

Me cargué de paciencia y, siguiendo las nuevas indicaciones, me metí por unas calles estrechas, pasé bajo un puente, cambié dos veces de acera ya que la misma carretera decidía que sólo dejaba paso a los peatones en uno de los lados —y no siempre el mismo— porque sí, y acabé subiendo una carretera de montaña algo empinada que se alejaba de la civilización tal y como la conocemos. Miré con sospecha el móvil y él insistía en decirme que iba por la dirección correcta y que como mucho me quedaba media hora de pateo.

Cómo buscar una oficina de correos y acabar completamente perdida
Aquí es cuando empecé a sospechar que no iba muy bien encaminada (es broma, mi carretera no era tan recta)

Dejé atrás una parada de autobús ya que el único que pasaba por allí (el 44) lo hacía cada hora, y quedaba bastante para que volviera a presentarse. Dejé también atrás una especie de castillo gigante de plástico multicolor que me dejó algo descolocada; era como un EuroDisney de bajo presupuesto mucho más sencillo y discreto, pero ahí desérticamente ubicado al lado de un cruce de carreteras en plena montaña.

Seguí la cuesta un rato más y empezaron a aparecer casas dispersas a mi alrededor, y hasta un "súper" de los grandes (pero no de una cadena que me sonara), que era donde debía comprar la gente de la zona. Cinco minutos después llegué a una estación de autobús situada a dos manzanas de mi ansiada oficina de correos.

Casi lloro.

Cómo buscar una oficina de correos y acabar perdida tranvía: oficina
Este es el nombre que le deberían haber puesto a mi oficina

Entré en la oficina hecha polvo y me puse en la cola. El trámite fue muy rápido ya que por suerte "no fue necesario hablar": le di el papelajo amarillo a la señora de la ventanilla junto con mi DNI Eslovaco, ella tecleó un rato en la pantalla mientras le hablaba al ordenador (era de las mías en esto de hablarle a la pantalla, pero creo que le estaba soltando improperios al cartero porque la letra del papelajo era bastante ilegible y tardó unos minutos en localizar mi carta), me pidió que firmara en el mismo papelajo y me entregó el sobre que, efectivamente, contenía mi nueva tarjeta sanitaria(de la utilidad de esta tarjeta, y de todo el sistema sanitario en general, os ilustraré más en una futura entrada).

Botando de felicidad me fui toda ufana a la parada de autobús que tenía ahí al lado y comprobé que pasaban con buena frecuencia como 5 o 6 líneas diferentes: dos de ellas a unas cinco paradas de Račianske mýto, una de las que más uso y conocidas por mí (tiene a pocos metros el centro comercial Central), por lo que se me quedó la cara descompuesta ante el tremebundo pateo que me había hecho dar el dichoso Google Maps en lugar de decirme: «Mejor coge este autobús, que te deja al lado.» (Por si alguien recuerda que la última configuración era conforme yo iba a pie, fue porque la aplicación no me permitía ponerle la opción de transporte público; no cargaba datos)

Y este vendría a ser el motivo por el que resoplo cada vez que veo una papelina de estas en el buzón y me planteo prenderle fuego... y hablando de fuego, que paséis un feliz San Juan y una estupenda verbena todos los que estéis por tierras españolas —y por donde se celebre, claro—. Por aquí en Eslovaquia nos ha tocado hoy un día lluvioso, aunque el bochorno —y mi ventilador de 20 euros extra ruidoso— también acompaña.


Cómo buscar una oficina de correos y acabar perdida tranvía San Juan


Actualización: a principios del 2018 se decidieron a actualizar Google Maps y ahora es una herramienta fiable dentro de Bratislava. Desgraciadamente, en temas de transportes hemos perdido el Über, pero los taxis (si se utilizan aplicaciones para su uso como Taxify) siguen siendo mucho más económicos que en España. 


8 comentarios:

  1. menudo caos! Me he reido mil. Jajaja el proximo cumple habra q regalarte un gps eslovaco!

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  2. ¡Acepto si no tiene ninguna relación con Google Maps!

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  3. Madre mia hija. Espero que cuando vayamos a veros no me hagas dar tantas vueltas. O no se si iré con suficientes dias para verlo todo....

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  4. Por eso no te preocupes que desde el castillo se ve toda la ciudad. Y si está despejado, hasta un cacho de Austria :-)

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  5. Busca per la premsa que Google Maps i Slovakia no hagin signat una col.laboració vers la promocio turistica !!! :)
    Si segueixes aixi, et coneixeras la ciutat millor que teus veins... ;)

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  6. En petites dosis ja em va bé... però no necessito recórrer els Carpats!!!

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  7. Leyendo te he visto y lloraba, te lo juro!!!

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  8. Yo no lloré pero me quedé a punto! Mucha suerte en Gotland!

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