El arte español: la tortilla de patatas y Lola

El arte español: imagen principal


Para finales de la semana pasada teníamos un planazo estupendo: ir a uno de los numerosos lagos que se encuentran por la ciudad y alrededores a darnos un buen bañito (os enlazo aquí una foto reciente del lago que tenemos más cerca de casa; porque playa no tienen en Bratislava, pero con los lagos se espabilan bien).

Pero no contábamos con San Pedro (o San Kohynygnksnyyrks como se debe llamar por estos lares) que se había cansado de tanto bochorno y decidió darnos una buena ración de nubes y viento.

El arte español: tormenta
Más o menos con esto acaban los buenos planes

Así que decidimos ir de compras a un centro comercial con un super que todavía no habíamos visitado: Tesco (es posible que os suene porque aparece en numerosas series y películas americanas). Nosotros por aquí solemos comprar en el Lidl (a donde nunca íbamos en España, por cierto, ya que no nos convencía la parte de alimentación —quitando yogures—) y alguna que otra vez en unos supermercados de marca Billa (más caros que el Lidl pero ya se sabe, diferente género). Nos queda pendiente conocer los Kaufland...

Volviendo al tema, nos metimos en el coche el domingo por la mañana e hicimos unos pocos kilómetros para llegar al destino. Ya que vivimos en la parte de la montaña, al norte de la ciudad, nos tocó cruzar el Danubio para llegar a la zona sur. Una vez allí y tras dar una poca meritoria vuelta (y tomar un capuccino) en el centro comercial (del que no puedo mencionar gran cosa, ya que era el más austero que he visto en la ciudad: una planta superior de forma rectangular, de un blanco soso con habitáculos prefabricados y sin gracia alguna para cada una de las escasas tiendas que alojaba dentro, y una planta inferior bien amplia para el supermercado), entramos en el Tesco.

El arte español: creeeeepy
Solo los amantes de Stephen King disfrutarían con esta cerveza

Era como 6-7 veces más grande que nuestro super habitual, por lo que estuvimos un buen rato mirando productos curiosos y absolutamente imprescindibles —como esas palomitas recubiertas de chocolate blanco con un toque de menta y la cerveza de más arriba con un payaso creepy en la etiqueta—. Y al final, lo que nos causó más alegría (y compartimos ese día por Facebook, algunos lo recordaréis de allí): ¡encontramos embutido importado y fuet!

El arte español: embutido
Pequeñas víctimas de nuestra añoranza

Al llegar a casa lo guardamos con mimo hasta este jueves por la noche, en el que sacamos el arsenal y lo acompañamos con una estupenda tortilla de patatas casera. Hay que anotar que era «nuestra primera tortilla» hecha por nosotros en casa, ya que, aunque nos gusta mucho a los dos, siempre la comíamos fuera o nos la cocinaba alguna víctima de nuestras pocas artes culinarias. Pera esta vez, entre Xavi, yo y YouTube, salimos bastante airosos:

El arte español: evolución de la tortilla de patatas


Ahora que vuelve a hacer buen tiempo tenemos pendiente hacer otra intentona al lago para nadar un poco y rebajar lo que queda en el cuerpo de esa cena. Pero eso ya será el mes que viene, porque este fin de semana haremos nuestra primera incursión en el cine en versión original (Valerian) y la próxima... ¡nos vamos a Viena!

Y antes de acabar la entrada de hoy, quiero presentaros a Lola y el primer premio literario que he ganado desde que estamos en Bratislava, al poco de llegar. Vale que el concurso fue con unas amigas en el BeAbout (local muy recomendable donde hacen unas hamburguesas —y unas alitas de pollo— estupendas y donde pienso llevar a todos los que vengáis de visita, así que ya sabéis) y que el jurado era Lola, la hija de una de ellas (Lola es hija de Marga & Raúl, que llevan en la ciudad unos meses más que nosotros)... ¡pero un A+ no se consigue todos los días, y tiene cierto mérito si el concurso es totalmente improvisado y tienes en ese momento toda la sangre concentrada en el estómago, en lugar de en la cabeza!

El arte español: cuento ganador
Esta es la obra de alta literatura que se llevó el premio a la mejor composición (y peor letra) del día

El arte español: Lola
Y aquí tenéis a Lola, la guapa presidenta del jurado, que entretiene a todos los camareros —y pianistas— de la ciudad con su capacidad de habla infinita

Y con esto os dejamos por hoy. Si Xavi acaba el artículo en breve, la siguiente entrada será sobre el Rock Fest de Santa Coloma donde estuvo hace ya un mes. Y si no, tendréis un reportaje fotográfico de un par de ferias medievales que hemos visitado estando aquí, en Eslovaquia.

¡Buen fin de semana a todos!

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