Un domingo en el zoo: imagen principal


El domingo pasado (el día 15, no ayer, ya que el ayer forma parte de la tanda de días con clima apocalíptico —niebla intensa y lluvias, sin exagerar— que estamos teniendo últimamente y no apetece mucho salir... a no ser que quieras estrenar paraguas) fuimos al Zoo de Bratislava.

En un principio habíamos pensado ir al Zoo de Viena, que tiene fama de espectacular y grande, además de ser el más antiguo del mundo —aunque reconozco que yo quería ir para ver a los dos pandas gemelos—. Pero como sabíamos que el de Bratislava era más pequeño, decidimos invertir el orden de las  visitas.

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