Una de Navidades blancas y Lego

Ha llegado el invierno a Bratislava, que aquí son muy proactivos y no se esperan al 21 de diciembre.

Los que me seguís por Facebook, Instagram o Twitter habréis visto alguna de las fotos que subí de la nevada de esta semana. Un poco más abajo os dejaré un carrusel para que os hagáis una idea de cómo es el principio del invierno por aquí. Y, si a finales de invierno no escribo, podéis suponer que es debido a que estaremos sepultados bajo una tonelada de nieve (yo ya he hecho acopio de varias cajas de cápsulas Dolce Gusto —y un par de fuets—, por si acaso).

Ahora llevamos sin nieve "nueva" desde el viernes pero, debido a las bajas temperaturas, la que cayó no se deshace y las calles siguen blancas, resbaladizas y repletas de cachitos de dientes de los que se han metido un trompazo((Estoy muy orgullosa de no encontrarme —por el momento— entre ellos.)). Que son todos extranjeros, os lo aseguro. Los eslovacos han desarrollado un gen mutante a lo largo de varias generaciones que les permite caminar tranquilamente por la nieve y sobre las placas de hielo((Que se concentran estratégicamente en los extremos de los pasos de cebra, para que te los comas «sí o también».))con cualquier tipo de calzado. Y a cualquier velocidad, aunque se decantan por el sprint. Esta imagen lo ilustra a la perfección:

En Bratislava es «obligatorio» llevar ruedas de invierno en el coche —puestas, en el maletero no vale— a partir de la primera nevada y, como el nuestro todavía no ha pasado por su cita en el taller (error que esperamos solucionar la próxima semana), hemos tirado de transporte público, Über y calzado precario durante estos últimos días.

Las fotos que veréis las subo sin filtro, ya que de por sí —adaptándose a la luminosidad del día— aparecen con dos tonos diferenciados. Las que se ven más apagadas y con bruma marrón corresponden a las del primer día de nevada, cuando yo todavía decía: «¡uy, nieve, qué bonito!». Las del día después tienen un aspecto más azul y tupido. Ese día cambié a: «yo por esas escaleras no bajo».

Me sirvió para entender por qué los eslovacos no ponen cubitos de hielo a sus refrescos en verano.

Por cierto, las fotos están hechas con el móvil porque no quería sacar la cámara nueva bajo la tormenta de nieve, por lo que la calidad no es muy p'allá. Para ser sincera, no usé la cámara semiprofesional porque días atrás la había colocado en modo de grabación de vídeo y no sabía quitarlo. Demasiados menús, y yo sin haberme leído el manual.

Como siempre, si queréis ver una imagen completa o a mayor tamaño, haced clic en ella.

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Para los que sintáis curiosidad, aquí sí celebran las Navidades (son más católicos que en España). Tienen un mercadillo de Navidad en la zona del centro, cerca del típico árbol adornado junto a un escenario en el que se organiza eventos. Varias calles están salpicadas de paraditas donde ponen música y venden decoración variada —más para el árbol que para el pesebre—, alguna que otra artesanía y, sobre todo, comida y bebida a destajo. Estuvimos la tarde de la inauguración, pero no tomé fotos porque estaba bastante oscuro —bueno, y porque tenía las manos ocupadas con el vino caliente especiado—. Prometo hacerlas en nuestra siguiente visita.

Seguramente, a estas alturas, hay alguien por aquí que se estará preguntando a qué venía lo de "Lego" en el título.  Y es que a mí me encanta mezclar churras con merinas (es una técnica recomendada para despistar a tu oponente en una discusión acalorada). Hace pocos meses —aquí el tiempo es relativo— hicieron una exposición de figuritas de lego muy currada en un centro comercial. Saqué varias fotos y en un futuro —para el próximo año— os mostraré las mejores. Pero hoy, como regalo navideño, os dejo con mi favorita:

Para los curiosones, la tienda de detrás viene a ser como un Mediamarkt eslovaco

Ya por último, y por si a alguien le apetece intercambiar saludos más personales, el viernes 22 de diciembre Xavi y yo estaremos en Barcelona por los alrededores de T-Systems 22@. A los que no os veamos, que tengáis unas fiestas felices y tranquilas y que la nieve solo os inunde el pesebre.

Fuentes: la imagen ligeramente adaptada de los señores, el eslovaco —y el burro— paseando por la nieve corresponde a la película El Señor de los Anillos: ©WingNut Films, The Saul Zaentz Company & Peter Jackson.